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Es una prueba indolora y rápida que sirve para medir el componente acuoso de la película lagrimal. Se realiza colocando unos papeles especiales en el párpado inferior. Es una prueba utilizada de rutina para el diagnóstico principalmente de una afección conocida comunmente como “ojo seco”.

Es la medición de la presión intraocular (PIO). Es imprescindible para el diagnóstico de enfermedades que cursan con aumento de la PIO como por ejemplo el glaucoma. Se realiza con un instrumento de alta precisión que se coloca sobre la superficie corneal. No es doloroso para el paciente ya que se realiza colocando previamente en el ojo una gota de anestesia local.

Existen 2 tipos de oftalmoscopia: directa e indirecta. Ambas se realizan con equipamientos especiales que consisten en lupas de diferentes aumentos y luces que permiten evaluar todas las estructuras oculares y anexos en el caso de la oftalmoscopia directa, y especialmente el fondo de ojo en el caso de oftalmoscopia indirecta. Es un estudio de rutina que no es doloroso para el paciente.

Las tinciones de la superficie ocular con coloraciones especiales como la fluoresceína y el rosa de bengala permiten evaluar entre otras cosas la integridad corneal, la estabilidad de la película lagrimal, la desvitalización corneal y la permeabilidad del conducto nasolagrimal. Es una prueba totalmente inocua e indolora para el paciente. Pruebas de Fluoresceína.

Es un estudio que evalúa el sitio de drenaje de uno de los líquidos que produce el ojo, llamado humor acuoso, permitiendo diagnosticar precozmente alteraciones que en un futuro pueden desarrollar afecciones como por ejemplo un glaucoma. Se utiliza una lente especial que se coloca sobre la superficie de la córnea. No es doloroso para el paciente ya que previamente se coloca sobre la córnea anestesia local, pero a veces puede ser algo incómodo, dependiendo del temperamento del animal.